Tres mujeres de origen paraguayo acusadas de colaborar con una red que introducía ilegalmente a mujeres de su país en el Principado a cambio de dinero negaron ayer los hechos en la primera sesión del juicio oral que se celebró en la Audiencia Provincial de Asturias. "Nunca cobré por buscarle trabajo a ningún compatriota", afirmó una de las mujeres. Varios policías afirmaron haberlas escuchado hablando sobre el tema con los cabecillas de la trama, que están sustraídos de la justicia, y reconocer en las escuchas telefónicas que habían cobrado dinero por sus servicios. Según los atestados, las mujeres que llegaban eran empleadas en hogares de Asturias o enviadas a clubes para ejercer la prostitución.

Del total de siete acusados que aparecen en la causa, sólo ellas serán juzgadas en esta vista porque, además de la situación de los tres cabecillas, el otro imputado será enjuiciado en solitario cuando se solucione un defecto de forma en su escrito de defensa.

La Fiscalía solicita tres años de cárcel para las tres acusadas y siete años para los cabecillas del clan. Los abogados que defienden a las tres mujeres -Carlos Rodríguez, Juan Carlos Fernández González y Laura Esperanza Menéndez- piden la libre absolución de sus clientas.