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Exculpan a una pareja de Langreo pillada con 7 plantas de marihuana al ser para uso medicinal

El juez entiende que la droga, con un peso de alrededor de 20 kilos, era para consumo propio, ya que no se ha demostrado que la vendieran

El magistrado Marcelo Rubio, del Juzgado de instrucción número 2 de Langreo, ha archivado las diligencias abiertas por tráfico de drogas a una pareja residente El Ceacal, en Tuilla (Langreo), a la que se le encontraron siete plantas de marihuana (una macho y seis hembras) con un peso de varios kilos por cada una de ellas, lo que hace un total de unos veinte kilos. El juez estima que no se ha demostrado que la pareja vendiese a terceras personas, que todo indica que la droga era para consumo propio y que ni siquiera iban a alterar el cannabis con el fin de obtener sus propiedades tóxicas, ya que ellos mismos declararon en el Juzgado que eran para uso medicinal.

M. C. R., gijonés de 46 años, y M. R. P., barcelonesa de 52, que fueron defendidos por el abogado Manuel Javier López García, viven en una finca de El Ceacal de la que se autoabastecen. "Vivimos de forma sostenible, al margen del sistema", informó el hombre el juez. "Criamos cerdos, cabras, conejos, gallinas... En el mercado compramos lo que no podemos producir, como aceite o azúcar", añadió el hombre. Tenían la marihuana y el cáñamo, porque cultivan plantas medicinales, como celedonia o romero. El hombre se prestó incluso a facilitar un DVD al juez para mostrarle su forma de vida.

Los dos negaron tomar drogas o alcohol. La mujer aseguró que "la planta del cannabis es un relajante muscular potente", y que no llegaban a calentarlo. "Si no se calienta, el THC no tiene efectos como droga. El cannabis tiene además otro componente, llamado CBS, que es el que produce los efectos medicinales, y que si se calienta se pierde", añadió la mujer ante el juez. Además, dos de las plantas "no tenían nada de THC" y las querían para experimentar en la elaboración de fibra o papel. Adujo además que las plantas estaban a la vista de todo el mundo, ya que cerca de la finca pasa una ruta de senderismo, aunque las dos plantas de cáñamo que se les hallaron, y que no dieron fruto, estaban secando bajo un tendejón.

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