La Policía Nacional ha intervenido un falso Goya a dos hermanos de Girona que querían revender la pieza, que les habían "colado" años antes, a un supuesto jeque árabe que no sólo no picó el anzuelo, sino que les estafó a ellos, al quedarse su intermediario con los 300.000 euros que le entregaron por mediar.

Según ha informado hoy la Policía Nacional, esta rocambolesca historia de engaños se remonta a 2003, cuando los dos hermanos compraron como válido el lienzo "Retrato de Antonio María Esquivel" de Francisco Goya, por el que pagaron como anticipo 20.000 euros de los 270.000 euros del precio total fijado por su anterior dueño.

Sin embargo, en 2006 los dos hermanos lograron que la Audiencia de Girona les eximiera de pagar el dinero restante, al confirmar que el cuadro era falso, ya que, pese a ser de la misma época, el principal experto en la obra de Francisco Goya certificó que no lo habría pintado el artista zaragozano.

Para demostrar la falsedad de la obra, había un detalle clave que no escapó al ojo escrutador del experto: el autor de la falsificación olvidó pintar en el cuello del retratado la placa de la orden de Isabel la Católica y la Cruz del Caballero de Carlos III, que en el original luce con orgullo su portador.

Con el falso cuadro en su poder, los hermanos buscaron una víctima para revenderlo, por lo que a finales del pasado año contactaron con el intermediario de un supuesto jeque, al que le ofrecieron la obra por cuatro millones de euros, utilizando el mismo certificado de autenticidad con el que en su día les habían engatusado a ellos.

El intermediario citó a los dos hermanos en Turín (Italia), donde para formalizar la venta exigió que le pagaran 300.000 euros por sus servicios, mientras que él les entregaría a cambio 1.700.000 francos suizos (1,1 millones de euros) como paga y señal.

Los dos hermanos pidieron a un amigo de Girona que les dejara estos 300.000 euros, con la promesa de que al día siguiente le devolverían 380.000 euros, convencidos como estaban de que iban a hacer "el negocio del siglo".

Para no ir a Turín cargados de dinero, contactaron con su amigo que, una vez en esta ciudad italiana, cuando acordaran la transacción, le llamarían para que entregara los 300.000 euros en metálico a un intermediario de los compradores.

Por este motivo, tras cerrar el acuerdo, los dos hermanos llamaron a su amigo de Girona, que entregó el dinero al representante del mediador.

A partir de ahí, llegaron los problemas para los dos hermanos, que acabaron como cazador cazado.

Pese a que habían comprobado con una máquina que los francos suizos que les dieron en concepto de paga y señal eran auténticos, el intermediario del falso jeque les dio el cambiazo sin que se dieran cuenta.

Por este motivo, cuando llegaron a Ginebra, procedentes directamente de Turín, para ingresar su fortuna en un banco suizo, comprobaron que todo su capital eran simples fotocopias de francos suizos, sin valor alguno.

Los dos hermanos desistieron entonces de hacer el ingreso en Suiza y regresaron a España, vía Francia, con tan mala suerte de que el Servicio Aduanero de Aviñón les interceptó con 1,7 millones de francos suizos falsos.

A raíz de la denuncia de las autoridades aduaneras francesas, el Grupo de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional en Cataluña se puso manos a la obra e inició una investigación que ha permitido aclarar el embrollo e imputar a los dos hermanos por estafa, al intentar revender la obra como original, pese a saber que era falso.

Por contra, el mediador y el supuesto jeque siguen en paradero desconocido, con el botín de 300.000 euros que lograron birlar a los hermanos que les iban a estafar.

El falso Goya de la discordia, "Retrato de Antonio María Esquivel", ha sido incautado por la Policía Nacional, que lo encontró en el domicilio de Girona uno de los dos hermanos.