Un joven de 15 años, cuya identidad se corresponde con las iniciales J. C. M., está entre la vida y la muerte en el Hospital Universitario Central de Oviedo después de sufrir un fortísima descarga eléctrica al tocar accidentalmente la catenaria de la red ferroviaria en la estación de Ujo (Mieres), en torno a las siete y media de la tarde de ayer.

El joven, que se había graduado anteayer viernes en el Colegio La Salle de la localidad mierense, tras superar el cuarto curso de la ESO, estaba jugando al fútbol con otros adolescentes en el entorno del campo de la iglesia. El balón con el que estaban jugando cayó a las cercanas vías y J. C. M. saltó la valla para ir a recogerlo, según la versión que ha trascendido de los hechos.

Luego subió a un vagón que se encontraba estacionado en la vía, de gran altura, según indicaron varias personas que estuvieron en el lugar. Fue al incorporarse cuando tocó de forma involuntaria la catenaria, posiblemente con la cabeza. Según otra versión, el joven habría tocado sin querer la red eléctrica, que estaba en el suelo. El impacto fue brutal. Según aseguraron algunos vecinos, el cuerpo del joven quedó ennegrecido a consecuencia de la fuerte descarga. En el momento de tocar los cables de alta tensión, habría estado un tiempo adherido a los mismos. Los jóvenes que se encontraban con el muchacho, horrorizados con lo que le había pasado a su compañero, salieron corriendo en busca de ayuda. A la zona se desplazaron agentes de los puestos de la Guardia Civil de Ujo y Cabañaquinta, quienes trataron de reanimar al joven una y otra vez, mientras se desplazaba al lugar de los hechos una UVI móvil.

Reanimación

Cuando llegó el personal de la misma sometieron al muchacho a varias descargas eléctricas y finalmente pudieron reanimarlo. Lo estabilizaron y lo trasladaron de inmediato al Hospital Central, donde quedó ingresado en la UVI. Ujo ha quedado conmocionada con el suceso. El adolescente pertenece a una familia muy conocida que reside en el barrio obrero de las colominas de San José. "Los chavales que estaban con él están destrozados. Llorando, desesperados", aseguró un vecino que se acercó al lugar del accidente tras correrse la voz. "La gente se empecina en seguir pasando por las vías", añadió este hombre, realmente afectado. Los vecinos de Ujo están deseando que el chico pueda superar este trance. Todos resaltaban en la tarde de ayer la mala suerte de este accidente, sufrido por el menor un día después de graduarse.