La Guardia Civil de Oviedo ha detenido a cuatro personas, tres hombres y una mujer, como los supuestos autores de varios delitos contra el patrimonio por robar cobre en la variante de Pajares del AVE. Los detenidos fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial de Pola de Lena.

Desde el pasado mes de diciembre se venían produciendo una serie de robos y hurtos de cableado de cobre y otros efectos en las obras ferroviarias del AVE que se están ejecutando en la variante de Pajares, motivo este por la que la Guardia Civil montó un Operativo especial de Servicio llevado a cabo por el Grupo de Investigación de la Compañía de Mieres con base en Pola de Lena.

De las investigaciones y gestiones realizadas, la Guardia Civil logró la detención y desarticulación de un grupo de cuatro personas todas ellas con múltiples antecedentes policiales por hechos similares, como los supuestos autores de los ocho delitos de robo con fuerza en las cosas, dos delitos de hurto y un delito de daños, cometidos en las obras ferroviarias del AVE de la Variante de Pajares-Lena desde el pasado mes de diciembre del 2014 hasta el mes de mayo de 2.015.

Este grupo delictivo se dedicaba a sustraer cableado de cobre del interior de los túneles llegando a apoderarse de 30.950 metros, así como de otros materiales como transformadores eléctricos con el cuerpo de cobre, ocasionando daños muy importantes en las líneas de fibra óptica y de aluminio con el consiguiente perjuicio económico y retraso en la ejecución y entrega de las obras, valorando los daños y efectos sustraídos en 427.000 euros.

Los detenidos, se dedicaban a quemar el cableado de cobre sustraído utilizando para su transporte vehículos a nombre de terceras personas, llevándolo a lugares de difícil acceso y canteras abandonadas, situadas en diferentes localidad de Asturias dificultando así las labores de investigación, finalmente era vendido en pequeñas cantidades en empresas que se dedican a reciclaje de este metal.

En el momento que se produjeron las detenciones, la Guardia Civil incautó cerca de cuatrocientos kilos de cobre que ya había sido quemado y preparado para su venta.