La muerte de un trabajador en un taller de Villazón (Salas) mientras efectuaba trabajos de soldadura en la cuba de un camión llena de dudas a los sindicatos. Comisiones Obreras se aprestó ayer a exigir "una exhaustiva investigación" que esclarezca "si la evaluación de riesgos de la empresa estaba actualizada y si valoraba este tipo de peligros", toda vez que "con demasiada frecuencia nos estamos enterando de que no se evalúan todos los puestos de trabajo o todas las actividades que se realizan en una empresa". Con toda la prudencia que demanda la escasez de certezas respecto a las circunstancias en las que se desató la deflagración que acabó con la vida de Ignacio Díaz Nido, de 30 años y natural de la localidad salense de Linares, el secretario de salud laboral y medio ambiente de CC OO, José Antonio Iglesias, impone la necesidad de aclarar hasta qué punto se observaron las estrictas medidas precautorias necesarias en estos casos.

La llamada que alertó tras el accidente a los servicios de emergencias informó de que el trabajador soldaba dentro de una cuba cuando se produjo una explosión. "Si estamos hablando de una cisterna", señala Iglesias, "en función de lo que se suela transportar tiene que haber una limpieza previa a cualquier labor de soldadura. Si la carga es gasóleo, por ejemplo, no se puede hacer nada en ella sin acometer antes un saneamiento exhaustivo". Además, "cuando se trabaja en un habitáculo cerrado, parece evidente que debe haber una línea de ventilación adecuada y un mecanismo de extracción de los humos que se producen". En el mismo sentido, abunda Iglesias, "tampoco parecería muy adecuado que una persona en un recinto así no tuviese alguien que lo controlase visualmente o pudiese ayudarle en caso de sufrir algún percance".

El secretario de salud laboral del sindicato apunta que la segunda muerte en accidente de trabajo en una semana -el miércoles anterior un minero perdió la vida en la mina de Cerredo- "confirma nuestra advertencia de que la prevención no está a la altura necesaria". "Algo está fallando", añade Iglesias, para quien "no podemos achacar estos hechos a la casualidad, en la prevención se deben tener siempre en cuenta los factores de azar". CC OO dice además haber detectado relajación en la aplicación de los protocolos de seguridad y dejaciones de funciones en cuanto al cumplimiento de la legislación en la materia. "Con la disculpa de la crisis e imponiendo ritmos frenéticos", señala, "la salud laboral pasa a un segundo plano. Se debe reforzar inspección de trabajo", toda vez que además "estamos constatando que con el miedo a perder su empleo muchos trabajadores prefieren no declarar el accidente".

Desde el sindicato UGT, mientras tanto, aguardan a conocer las circunstancias exactas del accidente para emitir un juicio al respecto. Admiten que el trabajo en espacios confinados cuenta con una normativa específica muy estricta sobre controles de seguridad, entre ellos la necesidad de que una persona controle las tareas desde el exterior, aunque habría que esperar para saber si son ésos o no los preceptos aplicables al caso de Villazón. Otros especialistas consultados ayer por este periódico incidían en la necesidad de conocer qué sustancias transportaba habitualmente la cuba para saber si los gases que provocaron la explosión procedían de la evaporación de algún líquido inflamable.