Caso Abierto - La Nueva España

Caso Abierto - La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El "monstruo" de Moraña deja en Avilés el recuerdo de alguien "inestable y altivo"

Pontevedra despide a las dos niñas degolladas con una radial por su padre

La Guardia Civil saca del coche a David Oubel Renedo el sábado al llegar al Juzgado. SANTOS ÁLVAREZ

David Oubel, nacido y criado en Avilés, no dejó gratos recuerdos en el colegio Marcos del Torniello, donde estudió hasta octavo de Educación General Básica (EGB). El "monstruo" de la localidad pontevedresa de Moraña, que asesinó a sus dos hijas de 4 y 9 años cortándoles la cabeza con una sierra radial, es recordado por sus excompañeros como un niño "altivo e inestable". Las dos pequeñas, Amaia y Candela, recibieron ayer sepultura en el cementerio pontevedrés de Couso, en un entierro íntimo al que sólo acudieron su madre, "destrozadísima", y la veintena de familiares y amigos que la arropaban.

"Me mandaron un whattsapp. Me preguntaron si el asesino de Pontevedra no sería el David Oubel que todos conocíamos... Y resultó que sí. Fuimos compañeros durante toda la EGB. Vivíamos en el barrio de Versalles e íbamos al Marcos del Torniello". Quien habla quiere proteger su identidad. "Es todo tan desagradable..."

Pero lo que no quiere es dejar de recordar algunos episodios que compartieron durante los primeros ochenta en Avilés. "Tengo cuarenta años y si me dicen que uno que conozco ha matado a sus hijas, y lo ha hecho así, sólo me lo creo si recuerdo a David Oubel", confiesa el excompañero del "monstruo" de Moaña."Ya entonces se mostraba altivo e inestable", asegura.

"Me acusó de haberle robado un bolígrafo gordo que él tenía. Yo no lo había hecho y aquello me dolió mucho", cuenta y recuerda el contexto: "Éramos muy niños". En otra ocasión, dice el excompañero de Oubel, el parricida de Pontevedra le propinó una patada en la espinilla a otro compañero "que todavía le duele". La altivez infantil del asesino se reflejaba, dice ahora su excompañero, en la manera que tenía de tratar a sus compañeros. "En el Marcos del Torniello todos veníamos de familias humildes, pero él y su familia se daban aires de rico", apostilla. "Todos lo hemos comentado: ya por entonces parecía conflictivo". Oubel y su excompañero compartieron aula hasta octavo de EGB. "Luego le perdí la pista, cuando el instituto", confiesa. Su familia, por entonces, también dejó el barrio de Versalles.

Los escasos detalles que han ido trascendiendo de los sórdidos crímenes apuntan a que las dos niñas tenían la boca desfigurada, algo que coincidiría también con la circunstancia agravante que dejó entrever el pasado sábado el fiscal encargado del caso y que podría corresponderse con el ensañamiento, según señalaron las fuentes consultadas.

La madre de las pequeñas, Rocío Viéitez, tiene 37 años y es natural de Couso, aunque residente en Moraña. "Está destrozada, destrozadísima. ¿Cómo puede encontrarse alguien en una situación como ésta", comentaban tras el entierro sus amistades íntimas, las mismas que acudieron rápidamente a la casa de Rocío cuando empezó a correrse por el pueblo la voz del doble asesinato que habría cometido el exmarido de la mujer, que ayer ingresó en prisión sin fianza.

Compartir el artículo

stats