El incendio que se declaró el jueves en la Sierra de Gata, al norte de Cáceres, quedó ayer estabilizado, es decir, bajo control en todo su perímetro, tras arrasar unas 7.000 hectáreas de una zona de alto valor ecológico y paisajístico. La estabilización del fuego, después de tres intensos días de lucha, ha permitido la vuelta a sus hogares de todos los evacuados: el millar de vecinos de Hoyos que regresaron ayer, y los 1.400 de Acebo y Perales del Puerto, que lo hicieron el sábado. A pesar de que el fuego está perimetrado desde primeras horas de la madrugada, ayer se mantenía activado el nivel 2 de peligrosidad, que supone el requerimiento de medios estatales para la extinción, ya que aún existían focos que se podían descontrolar.

Mientras tanto, en Asturias, los servicios contra incendios seguían trabajando a última hora de ayer, después de hacerlo durante todo el día, para tratar de controlar el fuego forestal que se declaró a última hora del viernes en Villanueva de Oscos, donde las llamas no progresaban. El dispositivo que trata de impedir el avance de las llamas moviliza a trece bomberos del Servicio de Emergencias del Principado (SEPA) -de los parques de Ibias, Grandas de Salime, Cangas del Narcea, Avilés y Castropol-, dos cuadrillas de empresas forestales y la brigada de refuerzo con base en Tineo, reforzados por un helicóptero Kamov de 4.500 litros de descarga de la base de Ibias y un helicóptero de transporte de 1.500 litros.

En la Sierra de Gata ayer abandonaron el área los equipos de Portugal que se habían acercado a colaborar en la extinción, así como los de Castilla y León y Andalucía, aunque permanecían en el lugar los de Castilla-La Mancha con un dispositivo integrado por unas 70 personas. Asimismo, el Plan de Lucha contra los Incendios Forestales de Extremadura mantiene 184 unidades (59 medios terrestres y 18 aéreos) y la Unidad Militar de Emergencias 312 trabajadores, 18 autobombas y seis nodrizas. La Diputación de Cáceres aporta 18 unidades (cuatro camiones forestales y dos vehículos ligeros), mientras que la Guardia Civil mantiene 19 agentes.

El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, de visita en la zona, quiso animar a los turistas a que no cambien de planes y se acerquen a "uno de los lugares más bonitos del mundo", ya que "aunque la Sierra de Gata tiene ahora una herida de 7.000 hectáreas, cuenta con otras 153.000 disponibles para ser observadas y admiradas". Vara hizo también un llamamiento para que todo el que pueda colabore en el esclarecimiento del desastre, ya que se sospecha que el fuego, el quinto que sufre la sierra extremeña este verano, pudo haber sido intencionado.