"Encargamos la luna de miel el 20 de noviembre del año pasado, un road trip por la costa oeste de Estados Unidos. Un viaje complejo, con muchos vuelos y un coste alto. Unos 6.500 euros sólo en aviones. Lo contratamos con la agencia Tu Tiempo Libre (DreamWings Tours, S.L.U.), con la que yo ya había viajado antes. Pero el miércoles pasado, apenas 48 horas antes de irnos, el encargado me dice: 'No sé si podrás volar'. Habían cobrado todo el viaje, pero no nos dieron alternativas. Y nos hemos quedado en tierra". Este es el testimonio de Xavier Ledo, uno de los más de 250 afectados que, se estima, ha dejado el cese de actividad la agencia de viajes de bajo coste DreamWings Tours, con sede en un chalé de La Carrera (Siero). Un cierre que fuentes del sector tildan de "fraudulento" y que deja una deuda con los clientes estimada en más de 150.000 euros.

La agencia, que según el registro mercantil comenzó a trabajar en diciembre de 2013, operaba exclusivamente por internet, y se mostraba especialmente activa en algunos foros de gran popularidad. Según explican los afectados, muchos de los cuales ya habían viajado con anterioridad con DreamWings Tours, la agencia funcionó de manera correcta hasta hace un par de meses, cuando la persona al frente de la agencia, un varón cuya identidad responde a las iniciales J.M.A., comenzó a eludir a los clientes.

La magnitud del problema no se conoció hasta hace unos pocos días, cuando DreamWings Tours comenzó a anular reservas por "problemas puntuales de liquidez", según aseguran los afectados que argumentaba J.M.A. No obstante, antes de comunicar el cese de actividad de la empresa, el propio J.M.A. habría ofertado viajes a un coste inusualmente reducido. "La semana antes de petar ofrecía vuelos a Estados Unidos, para agosto, por sólo 300 euros. Pero tenías que hacer el pago en 48 horas", explica Ledo.

Las operaciones de esta agencia de viajes, en todo caso, no habían pasado desapercibidas dentro del sector. La asociación de Operadores Turísticos de Agencias de Viajes de Asturias (OTAVA) llegó a denunciar a la agencia por posible intrusismo. La denuncia no prosperó al contar DreamWings Tours con la licencia preceptiva, pero dentro del sector no se perdió de vista a esta empresa y se teme que, cuando se conozcan las dimensiones totales del agujero, el caso sea "sonado".

Desde OTAVA tienen claro que la empresa aprovechó las redes para lograr una fachada de respetabilidad y ganar clientes: "El problema es que aunque no tengas locales ni nada, trabajar a bajo coste tiene consecuencias, entre ellas la quiebra", sostiene Íñigo Fernández, presidente de OTAVA, quien precisa que esta agencia no era socia del colectivo e invita a los afectados a denunciar. De momento, un grupo de afectados ya se está organizando en redes sociales y dispone de un correo: estafattl@gmail.com.