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Los vecinos denuncian caídas de rocas donde resultó herido un niño en Cabrales

"Se acumulan muchas piedras", señalan los visitantes, que piden mallas metálicas para evitar nuevos desprendimientos tras el accidente

Los vecinos denuncian caídas de rocas donde resultó herido un niño en Cabrales

Más malla metálica y viseras antitaludes. Es lo que piden empresarios y visitantes de Poncebos, en Cabrales, para evitar accidentes como el que padeció un niño el jueves al caerle una pieza sobre la cabeza. Como consecuencia, sufrió una fractura de cráneo que lo llevó a ser operado de urgencia en el Hospital Central de Asturias, donde sigue ingresado. El menor acababa de salir de la autocaravana que la familia aparcó en el sobreancho que la carretera AS-264 tiene en las inmediaciones del puente de Poncebos cuando recibió el impacto. Aunque una señal advierte del peligro de desprendimientos y prohíbe el estacionamiento en el lugar, son numerosos los vehículos que a diario aparcaban en la zona, desde el suceso vallada con cinta.

Los vecinos advierten de que los desprendimientos de pequeñas rocas son habituales en todo el trayecto que une Arenas de Cabrales con Sotres, pero que "nunca pasó algo tan grave, fue mala suerte". El último se registró la semana pasada en Tielve y los ocupantes del vehículo recibieron atención médica por precaución. Para empresarios como Ramiro Campillo, que regenta un hostal situado a escasos metros de donde ocurrió el accidente, la solución está clara: que pongan al menos 30 metros más de malla en la zona y que se efectúe un mantenimiento periódico de la existente durante el invierno: "Se acumulan demasiadas piedras desde hace tiempo y si no se vacían a tiempo van a romper", asegura.

Otra recomendación es la de controlar en verano el ganado y la fauna silvestre que se desplazan por las peñas y que pueden favorecer los desprendimientos. En cuanto a la posibilidad de aparcar o no en la carretera, Campillo afirma que la solución no puede pasar por la prohibición. "Soy partidario de que ensanchen el arcén que va desde Ovar -a 1,5 kilómetros y donde se encuentra un aparcamiento- a Poncebos o de que hagan uno de pago bajo las peñas", pidió.

Los numerosos turistas que ayer se acercaron a Poncebos para realizar la Ruta del Cares no salían de su asombro por el accidente sucedido y la mayoría coincidía en que "era imprevisible". Fue el caso de los catalanes Juan Luis Navas, Rafa Pliego y José Sánchez, Araceli Blázquez, Carmen Luque y Virgina Blanco, que esperan "que a raíz del enorme susto las autoridades tomen medidas para que no se repita algo similar y los expertos revisen el terreno para aplicar las medidas que estimen más oportunas". Más contundente se muestra el madrileño Javi Sánchez. "La montaña es impredecible y hay mucho dominguero que no valora bien los peligros", apunta, a la par que abogó por aumentar el vallado de la zona. Una solución que no convence a la también madrileña Gema Sánchez, que hacía la ruta por primera vez. "No es plan de ponerse a llenar todo de vallas y destrozar la naturaleza. Si con la cantidad de pequeños desprendimientos diarios que hay sólo ha ocurrido una desgracia en tanto tiempo, yo creo que es fruto de la mala suerte y que el sistema que hay sí funciona", cuenta.

Otros como Javier Ramírez, también de Madrid, van más allá y piden un falso túnel con ventanales. Eso sí, para no perderse las buenas vistas "porque, aunque requiere muchísima inversión, al final es lo más seguro".

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