China anunció ayer que ha iniciado una investigación judicial para determinar si hubo negligencias como causa del desastre industrial de Tianjin. Mientras, el Gobierno del país asiático incrementa la censura oficial en internet sobre las fatales explosiones del miércoles, que dejan un saldo provisional de 112 muertos, 95 desaparecidos y más de 700 heridos.

"Investigaremos posibles actos ilegales, tales como abuso de poder, negligencia en las obligaciones o cualquier práctica que constituya un delito", anunció ayer el Tribunal Supremo chino en un comunicado. De momento, ningún miembro del Gobierno o de la compañía propietaria del almacén en el que se produjeron las explosiones (Ruihai International Logistics) ha sido considerado responsable del siniestro.

El anuncio del Supremo surge después de que medios locales se hicieron eco los pasados días de posibles irregularidades, como que la compañía no disponía de licencia para almacenar productos químicos peligrosos o que la terminal donde ocurrieron las explosiones y el incendio se hallaba más cerca de áreas residenciales de lo que permite la ley, entre otras infracciones.

Aunque aún no hay nada confirmado, se estima que las explosiones ocurrieron por la reacción de los productos químicos al contacto con el agua que los bomberos empleaban para apagar un fuego en el almacén que se había declarado previamente.

Otra incógnita por resolver es si los bomberos, la mayoría de ellos rondando los veinte años de edad, fueron informados de la peligrosidad de los químicos y de la prohibición de emplear agua para aplacar el incendio, aspecto que algunos aseguraron desconocer a medios locales chinos.

Familiares de los jóvenes bomberos han sido muy críticos con la gestión del siniestro por parte de las autoridades políticas y judiciales del país oriental. Muchos de ellos han protestado durante los últimos días por la falta de información sobre sus parientes desaparecidos.

Mientras tanto, la Administración del Ciberespacio de China censuró ayer cincuenta páginas web, bien de forma temporal o permanente, por "crear el pánico publicando información sin verificar o divulgar rumores infundados".