"Siempre fue bastante introvertido, un poco raro. Pero no era una persona agresiva. Andaba siempre metido en internet. Era un poco extraño, pero eso no quita que tuviese muchos amigos", aseguró ayer un familiar de origen asturiano de Sergio Morate, que no duda en calificar de "brutal" el doble crimen de Cuenca, del que fueron víctimas la ucraniana Marina Okarynska, exnovia del presunto homicida, y Laura del Hoyo, de 26 y 24 años. "Toda la familia le repudia, no deja de ser un asesino", añadió este familiar. Morate espera en Timisoara a la decisión del juez rumano sobre su extradición a España. Los papeles ya están en su poder, según una portavoz de la Fiscalía rumana, Camelia Miculescu, y el Ministerio de Interior confía en que el presunto asesino esté pronto en España. Ayer se difundieron imágenes del coche del Morate, que está en la Comisaría de Lugoj. Y un criminólogo ha puesto en duda que el conquense actuase solo.
Morate podía ser un individuo extraño, según sus familiares con raíces asturianas, pero Marina, la chica ucraniana asesinada, con la que el presunto homicida estuvo saliendo cuatro o cinco años, desde poco después de salir de prisión en 2009, "era mucho más alegre y extrovertida". Fue el secuestro de una novia anterior lo que le llevó a la cárcel, y lo que puso a la familia ante los problemas psiquiátricos del joven. "Ahí empiezan los trastornos, porque no hay duda de que este chico sufre un trastorno mental", estimó el mismo familiar.
"El secuestro fue una niñería. Salían desde muy jóvenes, desde que tenían 17 o 18 años. Los padres de ellos eran muy amigos. Pero ella le dejó y él decidió encerrarla en casa. Allí la obligó a quitarse la camisa para hacerle una foto desnuda. Lo que quería era chantajearla para obligarla a volver", añadió el mismo familiar. "La tuvo retenida una o dos horas. Al final, ella fue lista y le dijo: 'Vuelvo contigo', y la dejó marcharse. Y ella entonces le denunció", afirmó.
De lo que no le cabe duda a este familiar con raíces en Asturias es de que Morate no debería entrar en prisión, pese al brutal crimen que parece haber cometido. "En este caso debería haber un ingreso en un psiquiátrico, una intervención mental. Llevaba tiempo a tratamiento", aseguró. Respecto a los padres de Morate, todo son buenas palabras. "Son una familia muy buena, muy reservada. La madre es funcionaria y el padre es un empresario del mueble. La madre padeció mucho por la enfermedad mental de su hijo", finalizó.
Alguien le ayudó
El caso de Morate está lejos de estar claro. El presidente de la Asociación Española de Médicos Criminólogos, Miguel Villalba, aseguró que Morate, debido a su cáncer testicular, "necesitó ayuda de alguien" para desplazar en su coche los cuerpos de las mujeres. En una entrevista radiofónica, Villalba aventuró que Morate "es un psicópata que ha reincidido, seguro que cometerá errores en próximas declaraciones".
El médico criminólogo aseguró que se considerará la prisión permanente revisable si se hallan indicios de homicidio con agresión sexual en el coche del presunto asesino. El vehículo está en la Comisaría de Lugoj, según desveló una cadena nacional de televisión, y será estudiado por agentes de la Policía Científica española.
Por su parte, el secretario general del Sindicato Independiente de la Policía Española, Alfredo Perdiguero, afirmó que el siguiente paso de la investigación policial será el vehículo de Morate. "Eso descartaría si le ayudó alguien o no", dijo el policía, que también indicó que las pruebas que puedan encontrar en el coche servirán para "concretar que ese vehículo fue el que usó para mover los cadáveres".
Perdiguero añadió que las cámaras de seguridad del camino que recorrió Morate serán de ayuda para concretar si había una segunda persona en el automóvil. "No queda ninguna duda de que Morate fue el causante de este crimen, pero hay que aportar todas las pruebas ante el juez", añadió. Perdiguero cree que se hallarán más pruebas por los fallos y lagunas que Morate cometió al "preparar un asesinato para una sola persona y encontrarse después con dos".
