El hombre de 37 años que se atrincheró el lunes con un arma durante más de cuatro horas en un bar de Vélez-Málaga (Málaga) explicó ayer que lo hizo a causa de "la impotencia" que siente ante "las graves injusticias" que, según afirmó, está sufriendo en el largo conflicto que mantiene con sus vecinos. Gustavo Sánchez, que fue detenido y al que se le ha impuesto una multa de 1.446 euros por un delito contra el orden público, subrayó que sus problemas con la comunidad de propietarios del edificio en el que se sitúa el bar en el que se encerró, propiedad de su familia desde 1975, comenzaron hace más de una década.