Andreas Lubitz, el piloto de Germanwings que causó la catástrofe en la que murieron 150 personas en los Alpes franceses, llevaba un diario donde consignaba "momentos felices" como parte de su terapia contra la depresión. Lubitz estaba en un tratamiento que incluía tanto el diario como la ingesta de medicamentos. En el diario, Lubitz procuraba describir positivamente su estado de ánimo, con expresiones como "en general, todo está bien" o a través de emoticonos sonrientes. El psiquiatra le había prescrito somníferos y el antidepresivo Mirtazapin.