Decidió traficar con lo que tenía más a mano: piezas de carne. Y en un año ha llegado a embolsarse unos 100.000 euros. Ésta es la cantidad que calcula la Policía Nacional, que acaba de detener al encargado de una sala de despiece de una empresa cárnica de Siero por un delito de apropiación indebida. Ni más ni menos, por traficar con carne que sustraía mientras trabajaba.

En el momento de la detención, el "traficante del solomillo" tenía en el maletero del coche unos 200 kilos de carne de vacuno y de cerdo, cuyo precio ronda los 2.000 euros. El hombre llevaba al menos un año robando las piezas en su empresa. Empezó cogiendo carne para casa para su consumo propio, y al ver que nadie descubría la falta de esas pequeñas cantidades, según la Policía, optó por aumentar el volumen y dedicarse a su venta.

Así, el "traficante del solomillo" echó mano de sus contactos comerciales, a los que comenzó a vender la carne al margen de la ley, con el gancho de rebajarles el precio frente al que marca el mercado. El éxito de la operación y que nadie se daba cuenta (al menos, eso pensaba) hizo que intensificase las ventas, espaciadas al principio, para aumentar los beneficios de su negocio. La Policía calcula que en el último año ha podido embolsarse unos 100.000 euros. Todo a costa de sus antiguos dueños (el hombre ha sido despedido), que descubrieron lo ocurrido cuando comenzaron a notar desfases en la contabilidad y sospecharon de algún cargo de responsabilidad en la empresa.

Una vez fundamentaron sus sospechas, llamaron a la Policía, que finalmente pilló con las manos en la masa al "traficante del solomillo": 200 kilos de carne en su coche, aparcado junto al almacén, listos para distribuir a sus propios clientes. Éstos ahora se han quedado sin su distribuidor fraudulento, además de enfrentarse a una posible investigación por "probables responsabilidades penales y administrativas".

Son responsables dueños de bares, sidrerías, carnicerías e incluso particulares repartidos por toda Asturias. Todos "adquirieron las mercancías sustraídas a sabiendas de lo irregular de su comercialización", señala la Policía, que ha puesto los hechos en conocimiento de la Consejería por posibles problemas para la salud al haberse saltado la cadena habitual de distribución de la carne.

Por su parte, el "traficante del solomillo" ya ha declarado ante el juez de instrucción de Pola de Siero, encargado del caso.