M. F. C., langreana de 54 años, ha sido absuelta de los delitos de estafa, apropiación indebida y fraude fiscal por los que le pedían cinco años y medio de prisión. La Sección Segunda de la Audiencia ha hecho caso de la defensa, a cargo del letrado Jacobo Cuesta, y estima que la mujer no intervino en los manejos de su exmarido, el empresario cubano-americano Rafael Ceruelos, contra el que se ha dictado orden internacional de busca y captura. La mujer figuraba como administradora de alguna de las sociedades implicadas en este caso, pero la gestión de las mismas corría a cargo de Ceruelos, que estuvo afincado un tiempo en Siero, donde habría cometido los delitos de los que le acusan, en concreto apropiarse de dos millones de euros y defraudar a Hacienda otros 900.000.

Días después de que no acudiese a su juicio en la Audiencia, LA NUEVA ESPAÑA pudo hablar con Ceruelos por teléfono. Este antiguo traficante de armas estaba en casa de su hija, en Nueva York, y adujo una enfermedad mental para no acudir el juicio. También indicó que regresaría cuando pudiese enfrentarse a las reclamaciones. El fiscal pide para él 8 años de cárcel.