Un camionero asturiano, testigo del hallazgo de los tres jóvenes que ayer fueron encontrados en el interior de un camión frigorífico en Hernani (Gipuzkoa), ha asegurado hoy que cuando bajaron del vehículo fue "imposible comunicarse con ellos", que no lo pudieron hacer "de ninguna forma".

Este conductor, Luis César Alvárez, ha explicado que se hallaba en el área de servicio de la AP-8 en Herrnani cuando un colega, de nacionalidad polaca, aparcó su camión junto al suyo y comenzó a oír golpes procedentes del interior del remolque refrigerado.

Ha detallado que, como su compañero no habla español, ni inglés ni francés, fue él quien llamó a la policía alertando de lo ocurrido.

Tras su llamada, llegaron agentes de la Ertzaintza y equipos sanitarios "rápidamente".

"Era imposible comunicarse con ellos de ninguna forma. No sé si querían o no", ha señalado Alvárez, que ha precisado que tampoco pudieron hacerlo por escrito.

Ha añadido que sólo uno se quejaba y decía "family, family" tras poder salir del camión, que transportaba palés con piñas a una temperatura de 10 grados.

Ha comentado que los jóvenes estaban abrigados y portaban sacos de dormir, y que no necesitaron beber agua, por lo que cree que "no veían muy apurados".

El camionero asturiano ha dicho que es la primera vez que le ocurre una cosa así y que espera que sea la última. De su compañero, el transportista polaco, ha dicho que se mostró muy sorprendido por lo sucedido.

De hecho, hoy ha podido proseguir viaje esta madrugada hacia su destino, el mercado central de abastos de Madrid, Mercamadrid, tras comprobarse que no tenía relación alguna con el viaje clandestino de los jóvenes, según ha informado la consejera vasca de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia.

La consejera ha señalado que los tres jóvenes señalan a Irak como su lugar de procedencia.