Los dos principales autores del secuestro exprés de un empresario ovetense en febrero de 2014 han sido condenados, cada uno de ellos, a siete años y nueve meses de prisión y al pago de 20.000 euros. Los acusados aceptaron la pena impuesta por la sección segunda de la Audiencia Provincial de Asturias, tras reconocer los hechos ocurridos en una nave de Siero. Ambos retuvieron y torturaron a la víctima aplicándole descargas eléctricas por el cuerpo y la frente con el objetivo de conseguir 200.000 euros. Los agresores también le amenazaron de muerte y le sustrajeron un teléfono móvil y 800 euros. A consecuencia de ello, el ovetense sufrió traumatismos, de los que tardó en curarse siete días. En el secuestro están implicadas otras dos personas, uno como autor de un delito de encubrimiento y otra, como cómplice de amenazas, que confesaron de igual forma su participación en el suceso. Hay un quinto acusado que se encuentra en paradero desconocido.

Todo empezó a finales del mes de febrero de 2014, cuando el empresario recibe varias llamadas telefónicas de un hombre que le ofrece la venta de material de hostelería. Tras concertar una cita para tratar el tema en persona, el ovetense acude en compañía de un amigo. En la reunión, uno de los condenados le explica que no es posible mostrarle en ese momento los productos, ya que no tiene con él las llaves de la nave donde los guarda; las tenía su socio. Así, tras varias llamadas posteriores, ambos acordaron reunirse sobre las 19:30 horas del 28 de febrero de 2014 en el bar Colorado, en la calle Fausto Vigil de Pola de Siero.

En esta ocasión, la víctima acude sola y se encuentra con un hombre en el lugar pactado, que le dice que no tiene coche para desplazarse hasta el almacén donde supuestamente estaba el material de hostelería. El empresario acepta entonces a llevarlo en su vehículo, siguiendo sus instrucciones al volante. Es en ese momento y tras alguna sospecha del conductor, uno de los acusados le saca una pistola (cuyas características no han sido determinadas), se la acerca al costado y le advierte lo siguiente: "Esto es un secuestro, tira para arriba porque, si no, te mato aquí".

Siguiendo las indicaciones que recibía por parte de su agresor, el empresario llegó a una nave abandonada, en la parroquia de Marcenado (Siero), donde le estaban esperando dos personas encapuchadas. Tras sentarle y atarle con unas bridas de plástico, le tapan la boca con cinta adhesiva y le exigen que les diga dónde tiene dinero. A continuación, con los ojos vendados, le aplican sucesivas descargas eléctricas por el cuerpo y la frente, al tiempo que le van informando de datos de su vida privada que conocían. Finalmente, tras un período de dos horas y media, los acusados le dejan en libertad, acordando que el ovetense debía entregarles la cantidad de 200.000 euros el día 6 de marzo, sobre las 13 horas, en la parte trasera del hotel Los Pinos, en Siero. Le dijeron que, si no lo entregaba, le matarían a él, a su mujer y a su hija.

Ese día, uno de los acusados acude al lugar pactado para recoger el dinero, pero sin éxito. Poco después, el 8 de abril de 2014 los agresores envían una carta a la víctima, bajo la firma "Los que te están perdonando la vida", solicitando 50.000 euros más. Los condenados aceptaron ser autores de un delito de pertenencia a grupo criminal, otro de detención ilegal, otro continuado de amenazas, otro contra la integridad moral, uno más de robo con intimidación y de una falta de lesiones, con la agravante de disfraz y la atenuante de reparación del daño.