El juicio contra el ovetense M. A. A., de unos 40 años, acusado de provocar, ebrio, un accidente en Olloniego (Oviedo) que causó un fallecido, quedó ayer suspendido por no haberse citado a dos agentes de Tráfico. El acusado, defendido por Juan Carlos Fernández, solicitará la anulación de la prueba de sangre que se le practicó en el HUCA, ya que M. A. A. no recuerda haberla firmado. Se ha solicitado una prueba grafológica para apoyar este aserto. El letrado indicó que, en cualquier caso, "el consentimiento está viciado, puesto que el acusado sufrió periodos de inconsciencia y pérdida de memoria, lo que hace imposible que tuviese la serenidad de ánimo requerida para asumir las consecuencias de esa prueba". Además, el letrado estima que el consentimiento en estos casos "necesita de la presencia de un abogado". Al juicio acudió el hijo del fallecido, que viajaba con éste cuando se produjo el accidente y que pide cuatro años de cárcel, uno más que el fiscal.