Los servicios de Renfe en las líneas que unen Oviedo con Infiesto y Santander volvieron en la mañana de ayer a la normalidad, después de dieciocho horas de corte del trayecto entre Pola de Siero y Lieres provocado por el descarrilamiento de un mercancías entre La Secada y Santolaya, al mediodía del martes, que obligó a transportar a los pasajeros en autobús entre las dos estaciones durante el resto de la jornada. Los servicios comenzaron, como es habitual, a las seis de la mañana y muchos pasajeros respiraron aliviados por no tener que padecer los problemas del martes, cuando hubo desplazamientos que se demoraron hasta dos horas. "Es un respiro porque ya creía que no llegaría a trabajar", comenta la polesa Inés Fernández, habitual de estos servicios.

Los viajeros afectados coincidieron en lamentar los "cada vez más habituales" percances en los viajes y en reclamar una modernización de la red ferroviaria de cercanías.