La suerte está echada. Aunque José Luis Gutiérrez Aranguren, el abogado de Rosario Porto, ha avanzado ya que el de ayer no fue sino el inicio de una carrera de fondo en la que está dispuesto a llegar "hasta la última instancia" que le permitan los tribunales, de entrada tanto su defendida como su exmarido, Alfonso Basterra, se enfrentan ahora a un máximo de 20 años de prisión, de hacer caso el magistrado presidente del tribunal, Jorge Cid, a las pretensiones de la acusación popular, ejercida por la Asociación Clara Campoamor y sus letrados, Rocío Beceiro y Ricardo Pérez. Estos abogados demandan la "máxima" pena prevista para un delito cuya calificación es "obviamente", señalan, "de asesinato", y en la que el jurado ha visto probada la coautoría del crimen y la circunstancia agravante de parentesco.

Pero también, como alegó ayer Ricardo Pérez, demandan la aplicación de la pena en su "grado máximo", 20 años, porque "hay que tener en cuenta" que "todo el sufrimiento que se le ha provocado a la niña" durante un intervalo de "al menos tres meses" y el "desvalimiento" de la víctima, ya que "es en el seno familiar donde se producen estos hechos".

No obstante, el fiscal, Jorge Fernández de Aranguiz, se ha mantenido firme en su petición de 18 años de prisión para cada uno de los progenitores. Concede que hay que aplicar la ley vigente en el momento de los hechos, que ofrece una horquilla para el castigo por asesinato de entre 15 y 20 años, y que el hecho de que se dé la agravante del parentesco obliga a optar por la horquilla superior. "Un mínimo de 17 años y medio a un máximo de 20", apuntó, aunque en ese intervalo clarificó que su postura es la de pedir 18 años. "Es una petición moderada", concedió, aunque sí quiso incidir que en todo caso debe ser mayor que "ese mínimo de 17 años y medio por el reproche" que implica esa conducta. Al margen del parentesco, resalta que hay "elementos adicionales a la hora de individualizar y cualificar la pena más allá" del mínimo y que puede acoger la sentencia, como "el acuerdo de voluntades y la planificación conjunta que resulta de los hechos declarados probados por los jurados". Y apuntó que si los hechos hubiesen sido cometidos hoy en día podrían ser castigados con prisión "permanente revisable" al tratarse "de una víctima menor de 16 años". Mientras no llega la sentencia, el fiscal pidió que Porto y Basterra sigan en situación de presos preventivos.

Por su parte, la letrada de Alfonso Basterra, Belén Hospido, pidió la libre absolución, pero indicó que, como mucho, los hechos deberían ser considerados como un homicidio castigado con doce años y medio. Alternativamente, pidió la pena mínima por asesinato, de 17 años y medio,.