Los buzos de la Armada recuperaron ayer los cadáveres de dos de los tres tripulantes del helicóptero del Ejército del Aire que cayó en el Atlántico y confían en completar hoy su misión, antes de que se produzca un cambio meteorológico que puede impedirles trabajar durante días.

Tras una semana de incertidumbre, sin noticias del helicóptero ni del paradero de sus tripulantes, los acontecimientos se han precipitado en las últimas 48 horas: el miércoles fue localizada la cabina en el fondo del mar, el pasado jueves se confirmó que los tres militares estaban dentro y ayer se han recuperado dos de los cuerpos, cuyas identidades no se han difundido.

El izado de la cabina del aparato, hundida a unos 50 metros de profundidad, ha quedado en segundo plano. Esa maniobra no se acometerá hasta que los restos de los tres tripulantes del Superpuma estén a bordo del buque de la Armada "Rayo", que los trasladará a la base naval de Las Palmas. Allí se encuentran los familiares de las víctimas, que ayer agradecieron las muestras de apoyo.