Un joven de 21 años, vecino de Figueres (Girona), ingirió un producto desengrasante para intentar evitar que los Mossos d'Esquadra detectaran por segunda vez que conducía su vehículo bebido, tras detenerlo para efectuar un control de consumo de drogas y alcohol.

Los agentes de tráfico de Figueres realizaban un control rutinario en la carretera N-II, en el término municipal de Pontós. Eran las ocho y media de la mañana cuando pararon un vehículo y realizaron una prueba a su conductor.

Esta primera prueba de detección de alcohol dio una tasa positiva y cuando se requirió al conductor que realizara una segunda prueba en la furgoneta policial, para verificar la anterior tasa, el hombre bebió un producto desengrasante y no se encontró en condiciones de hacerla.

El joven fue llevado en ambulancia hasta el hospital de Figueras donde le realizaron pruebas médicas. Está fuera de peligro.