Dos mujeres murieron en apenas 24 horas en Sevilla y Madre tras ser apuñaladas por sus parejas. Una de ellas, que había sido apuñalada en la madrugada del sábado por su marido en la localidad de Marchena, falleció en la madrugada de ayer. La otra víctima es una mujer búlgara de 32 años que murió apuñalada anteayer sábado en el barrio madrileño de Carabanchel.

La víctima de Sevilla falleció tras ser operada de urgencia por las tres puñaladas sufridas. De 42 años, tenía dos hijos de 18 y 10 años. El presunto autor de este crimen permanecía ayer en dependencias de la Guardia Civil de Marchena, a la espera de pasar a disposición judicial. El marido se autolesionó tras la supuesta agresión, por lo que fue trasladado al Hospital de Osuna, donde permaneció detenido hasta ser trasladado al cuartel.

Una vecina y amiga de la mujer relató que el agresor le comunicó lo que había hecho, tras llamar a su puerta sobre las tres de la madrugada del sábado. Cuando entró en la casa la cocina estaba llena de sangre y había un cuchillo sobre la mesa que el marido recogió rápidamente. "Mi pareja le dijo que se marchara fuera y obedeció", indicó. Se trataba de un cuchillo de cocina de medianas dimensiones con el que el hombre habría apuñalado en el pecho a la víctima. "Como pudimos, taponamos entre los dos la herida", añadió. La pareja llevaba dos meses separada y la víctima vivía fuera del domicilio familiar, aunque no había empezado los trámites del divorcio. "Era una mujer maravillosa, una gran madre y una gran esposa", añadió. El Ayuntamiento de Marchena convocó a mediodía de ayer una concentración de repulsa.

En el caso de la mujer de Carabanchel, los hechos fueron conocidos a las siete de la tarde del sábado. Los equipos médicos la encontraron ya cadáver. Ha sido detenido un español de 34 años, expareja de la víctima. La mujer presentaba hematomas en la cara y tres heridas incisas en el tórax.

Un centenar de personas se congregó ayer junto al domicilio de la asesinada. Los vecinos y familiares de la víctima guardaron 15 minutos de silencio y corearon frases como "Vivas y libres, así no queremos" y "No son arrebatos, son asesinatos".