El Juzgado número 4 de Oviedo celebró ayer un vista para decidir sobre la puesta en libertad de ocho de los detenidos en relación al alijo de siete kilos de cocaína aprehendido en la localidad mierense de Carraspientes, golpe que llevó a cabo la Guardia Civil el pasado puente de la Constitución. La Fiscalía solicitó que se les mantenga en prisión, debido al riesgo de fuga y destrucción de pruebas, mientras las defensas pidieron la libertad provisional de los detenidos, con las medidas cautelares que considere oportunas la juez. La investigación por este caso continúa, y la semana pasada fueron detenidas tres personas más, relacionadas con el grupo asturiano que iba a comprar los siete kilos de coca por un importe de 240.000 euros. La vista se inició a las diez y cuarto de la mañana y se prolongó hasta la una de la tarde. La juez tomará una decisión hoy miércoles.

A la vista fueron convocados los ocho arrestados del puente de la Constitución, defendidos por los letrados Francisco Miranda, Judith Gómez y José Carlos Botas entre otros. Siete de ellos prefirieron no contestar a las preguntas de la juez María Luisa Llaneza, que dirige la investigación desde hace meses. Uno de los arrestados, A. C., defendido por Miranda, sí quiso dar su versión, negando cualquier participación en el transporte de la cocaína, pese a que viajaba en el coche donde los agentes de la Guardia Civil encontraron los paquetes. Según manifestó, viajaba a Asturias para cobrar el importe de la venta de un coche a uno de los detenidos. La juez, sin embargo, le preguntó por el motivo por el que sus huellas dactilares aparecían en uno de los paquetes de cocaína.

Según fuentes conocedoras del caso, que se encuentra bajo secreto, otras tres personas fueron detenidas la semana pasada. Dos de ellas quedaron en libertad con cargos tras pasar a disposición judicial. Una tercera, que estaba ingresada en el Centro de Inserción Social (CIS) de Villabona, al haber alcanzado el tercer grado, fue retornado a la prisión.

La aprehensión de los siete kilos de droga es uno de los mayores golpes de la Guardia Civil de Oviedo al tráfico de drogas de los últimos años. Los agentes sorprendieron a seis gallegos, entre ellos el empresario arosano Javier Meis, cuando iba a entregar los siete kilos a dos mierenses. Dos de los implicados lograron huir, aunque fueron detenidos en Gijón y Lugo de Llanera. También fue detenido un taxista arosano que había llevado a las mujeres de algunos implicados.