El ovetense que casi mata de hambre a su caballo pura sangre "Gahi", rebautizado por los vecinos que terminaron salvándolo como "Gordi", aceptó ayer en el Juzgado de lo penal número 2 de Oviedo una condena de dos meses de prisión, canjeables por una multa de 960 euros. El fiscal Joaquín de la Riva pedía una condena de nueve meses, pero la rebajó al apreciar una eximente incompleta por enfermedad mental. El acusado, defendido por Iván Cortina, aceptó la pena y se declaró culpable. Poco antes había aceptado otra condena por un delito contra la seguridad vial y resistencia a la autoridad.

Los testigos llamados a declarar no tuvieron que entrar en el juicio. Estaba, por ejemplo, Jorge Sostres, que fue el primero en dar la alarma sobre el estado del animal, y que se mostró un poco molesto por el hecho de que se le llamase a declarar y se le obligase a aparecer ante el autor de los hechos, un hombre con la salud mental mermada. También estaban miembros de la Asociación Ecuestre Caballoastur de Noreña, que acoge al animal desde el pasado mes de enero, cuando fue recatado. "Gordi" presenta una aspecto más saludable, aunque no está recuperado del todo, y posiblemente no lo hará ya nunca, como indicó el veterinario que le atendió, puesto que tiene ya veinte años. Eso no impide que llame la atención de las yeguas, como "Nina", que se ha convertido en su compañera inseparable.