El tren de Feve que cubría durante la mañana de ayer el trayecto Infiesto-Oviedo realizó una parte del recorrido envuelto en un humo denso que obligó a los pasajeros a refugiarse en el primer vagón.

El maquinista realizó una parada en la localidad de Pola de Siero para tratar de reparar la avería y que se ventilara el convoy, y tras diez minutos de espera emprendió de nuevo la marcha. Aunque se consiguió detener la humareda, el olor permaneció en el interior de los vagones hasta la estación término, en Oviedo, adonde llegó el tren con quince minutos de retraso. Los viajeros afectados, en su mayoría trabajadores y estudiantes que utilizan los servicios de Feve a primera hora de la mañana, aseguraron que es la segunda vez que sucede algo similar en apenas dos semanas.