La villa tinetense vivió ayer un suceso que conmocionó a todo el concejo. Una joven de 28 años, identificada con las iniciales E. M., fue encontrada muerta en su domicilio, momentos después de que su madre fuese hallada inconsciente y sin documentación en los alrededores del campo de San Roque, en Tineo.

Rondaba la una de la tarde cuando la Guardia Civil recibió el aviso de que una mujer se encontraba inconsciente en las inmediaciones de las piscinas situadas en la zona de San Roque, en Tineo. Hasta el lugar se movilizó una patrulla y una ambulancia que encontraron a la mujer sin ningún tipo de documentación e inconsciente, en una zona poco transitada por encontrarse a las afueras de la villa tinetense.

La mujer, que no presentaba signos de agresión, fue rápidamente trasladada por la ambulancia al hospital comarcal de Cangas del Narcea donde fue atendida y hospitalizada con síntomas de hipotermia.

Posteriormente, en un domicilio del centro de la villa tinetense, una joven era hallada muerta por un familiar, que dio aviso a las autoridades. Las dos historias se unían de forma dramática en este punto, al tratarse la fallecida de la hija de la mujer indocumentada que había sido asistida en San Roque, y que fue identificada por otro de sus hijos. Hasta el lugar del suceso se trasladaron agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de Tineo.

La Guardia Civil ha abierto una investigación para aclarar las circunstancias en las que se produjo el fallecimiento de la joven, cuyo cuerpo se trasladó durante la tarde de ayer al Instituto de Medicina Legal de Oviedo, con el fin de que se le practique la autopsia y se determinen las causas del fallecimiento. Mientras tanto, la casa donde se halló el cadáver, situada en una travesía de la calle Mayor, permanece precintada por la Guardia Civil.

Conmoción

Los tinetenses se mostraron muy afectados ante la forma en la que se fueron desencadenando los hechos a lo largo del mediodía y la tarde, ya que después de conocer la aparición de una mujer sin consciencia en la zona de San Roque, descubrieron el fallecimiento de su hija, lo que causó estupor en una villa relativamente pequeña en la que todos sus habitantes se conocen.

Entre los vecinos más cercanos de la víctima no se paraba de repetir la juventud de la fallecida de 28 años y que muchos recordaban trabajando en una peluquería del pueblo. La fallecida procede de una familia numerosa muy conocida.