Ángel María Esteban, el padre de una de las jóvenes fallecida a los 18 años en la trágica noche del 1 de noviembre de 2012, se enfrentará a partir del 12 de enero al "juicio que nunca tendría que haber habido". En una carta divulgada el mes pasado a través de las redes sociales, coincidiendo con el tercer aniversario del suceso, el padre de Katia decía desconsolado que aquello "no fue un accidente, fue una tragedia que alentaron unos pocos". "Sólo me queda, muchas veces, la esperanza de una justicia justa", añadía, "pero otras muchas no puedo nada más que desesperar pensando que no existe y que los imputados no pagarán su castigo mientras a mí se me ha condenado a pena perpetua".