Sobre el papel eran empleados de empresas financieras. En realidad -al menos es lo que creen la Fiscalía y la acusación particular-, no dejaban de ser unos auténticos estafadores que se cebaron en una pobre mujer de 86 años con un problema de compra compulsiva. Uno de ellos no dudó en hacerse pasar por policía para asustar a la mujer y poder sacarle dinero. Le terminaron birlando 72.000 euros. Los tres presuntos autores de esta estafa se sientan el lunes en el banquillo de la sección segunda de la Audiencia, donde se enfrentan a penas que suman hasta 16 años de cárcel.

La víctima tenía un problema, y había contraído deudas con algunas financieras. Gracias a su trabajo, los acusados lograron conocer al dedillo la situación de la mujer y urdieron un plan para sacarle todo el dinero que pudieran, siempre según los escritos de acusación. El primer paso fue meterle el miedo en el cuerpo. Uno de los acusados, J. P. M. R., un mierense, se hizo pasar por policía y se presentó en casa de la mujer, en Posada de Llanera. Le contó que algunas financieras habían presentado quejas contra ella, por impago, que tenía el teléfono pinchado y que iba a terminar con problemas. Luego aparecieron los otros dos acusados, I. G. C. y B. A. G. A., que se ofrecieron a refinanciar sus deudas, eso sí, previo pago de alguna cantidad. Le hicieron varias visitas, siempre reclamándole más dinero. La mujer terminó entregándoles 72.000 euros en efectivo.

Los movimientos en las cuentas de la mujer llegaron a ser tan alarmantes que un empleado del banco avisó a una sobrina para informarle de lo que estaba pasando. La familiar de la mujer no dudó en presentar una denuncia ante la Guardia Civil de Posada.

El fiscal considera los hechos como un delito de estafa continuada, por el que pide tres años de cárcel para cada uno de los acusados, así como una pena de multa de nueve meses, a razón de 18 euros diarios. Para J. P. M. R., pide además dos años y un día de cárcel por un delito de usurpación de funciones públicas, al haberse hecho pasar por policía para extorsionar a la mujer.

Responsabilidad

La acusación particular, que ejerce la mujer, con el asesoramiento legal del letrado Alberto García Montes, pide penas mayores: cinco años y medio de cárcel para B. A. G. A., seis años para I. G. C. y cinco años para J. P. M. R., el acusado que supuestamente se hizo pasar por policía. Además, pide la responsabilidad civil subsidiaria de las financieras para las que trabajaban estos "comerciales". Dos de los acusados tienen antecedentes por estafa, según la acusación particular.