Una mujer de 33 años murió apuñalada ayer en Galápagos (Guadalajara) a manos de su pareja, que fue detenido por la Guardia Civil, en lo que supone el segundo caso de violencia machista en lo que va de año. Los hechos ocurrieron minutos antes de las cuatro de la madrugada en un chalet de la calle Río Berbedillo de Galápagos. El servicio de Emergencias 112 informó de que tras recibir el aviso se desplazaron hasta el lugar del suceso agentes de la Guardia Civil, una ambulancia y un médico de urgencias, que no pudieron hacer nada por salvar la vida de la mujer.

Según la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha, la mujer no había interpuesto con anterioridad ninguna denuncia por violencia de género ni se tenía constancia de agresiones previas. La pareja, natural de Serracines (Madrid), tenía una niña de 5 años, que ahora está con sus abuelos y que de confirmarse que ha sido un caso de violencia machista se computaría también como víctima, al haber quedado huérfana.

El Ayuntamiento de Galápagos decretó tres días de luto oficial, mientras que los vecinos y las autoridades locales guardaron un minuto de silencio a las puertas del Ayuntamiento para expresar el "más rotundo rechazo y condena" por el asesinato.

También se convocó una concentración a las puertas de la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha en Toledo. El delegado, José Julián Gregorio, rechazó "enérgicamente" este caso de violencia machista y pidió la unidad "de todos" para acabar con esta "lacra".

Afable y trabajadora

La víctima trabajaba en una empresa de Torrejón y era una persona afable y trabajadora, indicó un compañero, al que no le constaban problemas en la pareja "más allá de las discusiones propias de cualquier relación". Fueron los agentes de seguridad privada de la urbanización "Las Nieves de Montelar" de Galápagos, donde vivía la pareja, quienes alertaron del asesinato y redujeron en un primer momento al presunto agresor y lo retuvieron hasta que llegó la Guardia Civil.