Adrián Trigo, el antiguo informático de la empresa Union Business Online LTD, cuya denuncia llevó a la investigación del "caso Unetenet", la supuesta macroestafa piramidal con 60.000 víctimas en todo el mundo y un supuesto perjuicio de 50 millones de euros -en la que está involucrado el langreano Primitivo Simón, supuesto número 3 de la organización-, ha sido detenido recientemente en Bolivia, su país de origen, por los delitos de hurto agravado, estafa, extorsión y manipulación informática.

La defensa de Simón y los otros dos principales investigados -los supuestos cabecillas de la red, el valenciano José Manuel Ramírez Marco y su pareja, Pilar Otero- estima que se trata del verdadero causante de la debacle de la empresa, que en realidad "se dedicaba al marketing multinivel, una actividad perfectamente legal", en palabras de los letrados Judith Gómez y Francisco Miranda, del bufete ovetense Vox Legis.

Para estos abogados, es erróneo señalar que Unetenet tuviese 60.000 inversores -6.000 de ellos en España-, como sostiene el auto del Juzgado central de instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, sino que "la empresa ofrecía unas ganancias a sus distribuidores por la comercialización y venta de los productos y servicios a los clientes" de la misma, y que eran "herramientas informáticas para publicitar su propio negocio".

La defensa de los implicados resalta que los hechos no deben ser tan graves cuando sus patrocinados no han pasado más de 15 días en prisión, autorizándose su puesta en libertad al no existir riesgo de fuga, ni de reiteración delictiva "ni presentan los hechos apariencia de gravedad que justifique tal medida".

Los abogados añaden que el inicio de la investigación parte del propio Adrián Trigo, "único responsable del sistema Unetenet y estratega y director de proyectos, única persona que manejaba el software y único poseedor de las claves informáticas y operativas del proyecto, una persona que se apropió de 500.000 euros que reparte después a sus familiares, para proceder luego a destruir el software de la compañía, tras negarse sus propietarios a abonarle 750.000 euros que les exigía, bloqueando la normal operativa de la empresa e impidiendo que ésta prosiguiese funcionando con normalidad". Estos hechos, añaden los abogados, fueron denunciados en Bolivia, lo que motivó la detención de Trigo el pasado 17 de diciembre.

Para los principales implicados, lejos de tratarse de una estafa piramidal, la empresa proporcionaba "las herramientas, la formación y los servicios necesarios a emprendedores independientes en la industria del network marketing". Ramírez Marco sostiene que estuvo trabajando en el proyecto entre 2009 y 2012, año en el que lo lanzó como sistema de herramientas de marketing on-line. Los clientes, añade, podían convertirse en distribuidores del producto, atrayendo a más clientes y recuperando la totalidad de lo pagado, además de pagárseles unas comisiones semanales por la publicación de anuncios on-line. "Siempre se habló de clientes y distribuidores, no de inversores", sostiene Ramírez. "Son los usuarios quienes se interesan por Unetenet por el interés de poder crear redes de mercadeo para sus intereses o negocios", añade.

En cuanto al supuesto número 3 de la organización, el langreano Primitivo Simón, se trataba de un simple empleado que cobraba 2.000 euros al mes por realizar charlas de captación de clientes.