Dos personas han sido detenidas por la muerte violenta del párroco de Vilanova dos Infantes (Orense), en el marco de una operación que sigue abierta y sobre la que se ha decretado el secreto sumarial, según fuentes cercanas a la investigación. El caso se abrió en marzo de 2015, cuando fue localizado el cuerpo sin vida del sacerdote Adolfo Enríquez, una persona muy querida. El cura apareció muerto en un cobertizo de la casa rectoral de Vilanova un día después del crimen. Presentaba fuertes golpes y signos de haber sido torturado antes de fallecer. Tras el asesinato del sacerdote desapareció la Virgen que custodiaba en su iglesia, una de las más pequeñas del mundo y cuyo robo pudo haber sido el móvil de un suceso que conmovió a Orense.