Los miembros que formaron parte en 2011 del tribunal de una oposición para proveer a la Diputación de León de un ingeniero de telecomunicaciones negaron ayer que la entonces presidenta de la institución, Isabel Carrasco, amañara el proceso para perjudicar a Triana Martínez, que ocupaba la plaza como interina. Se viene así abajo la tesis de la defensa en el juicio por la muerte de la también expresidenta del PP leonés, y que se sostenía en la persecución a la que Carrasco tenía sometida a Martínez. La jefa del Servicio de Atención a Municipios de la Diputación de León, Ana Cosmen, que presidió aquel tribunal, defendió la limpieza y "absoluta legalidad" de la oposición para proveer la plaza, que no superó Triana Martínez.

Triana Martínez había declarado en la segunda jornada del juicio que Isabel Carrasco, en su calidad de presidenta de la Diputación, le había prometido que le daría en propiedad la plaza que ocupaba como interina cuando ambas mantenían buenas relaciones. Tras negarse a mantener relaciones sexuales con ella, supuestamente Carrasco la echó de la institución y posteriormente instigó para que no ganase la plaza cuando se sacó a concurso, según relató la acusada.

Cosmen aseguró ayer que Isabel Carrasco "nunca" se dirigió a ella para insinuarle que perjudicara a Triana Martínez, que sacó en el primer examen un 2,27 cuando la nota mínima para seguir concursando era un 5, por lo que tuvo que retirarse del proceso en ese momento.

La plaza fue finalmente para Javier Casado, el único aspirante que superó la primera prueba, que pidió la excedencia el mismo día que tomó posesión.

Cosmen también explicó que le molestó mucho que Triana "grabara con el móvil durante la oposición" y que elevó una protesta porque consideró "que no era legal".

Por su parte, José Antonio Álvarez-Canal, el jefe de Servicio de Empresas de Conocimiento de la Diputación de León, también miembro del tribunal de la oposición, precisó que Triana "no recurrió" el resultado, algo que le resultó extraño si realmente esperaba sacar buena nota. El secretario de aquel tribunal, Javier de la Villa, relató que antes de realizar el examen, en un encuentro casual con Triana Martínez, ésta le pidió que se acercase a su despacho. "Allí Triana me pidió el móvil y como no lo vi apropiado, porque me considero una persona muy pulcra, marqué distancias".

En definitiva, todos los testigos relacionados con el tribunal de la oposición negaron la tesis de la defensa de Triana Martínez de que la prueba estaba amañada para perjudicarla.