La policía local Raquel Gago ocultó a su hermana Beatriz y a sus amigas que había visto a Triana Martínez minutos después del crimen y que previamente había tomado café con ella y con su madre. Una de las amigas de Raquel llegó a declarar que les dijo que había quedado con Triana y Montserrat el día del crimen para tomar algo.