El concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, José Javier Barbero, y el director de la Policía Municipal, Andrés Serrano, se refugiaron ayer en un bar de la calle Bordadores de la capital al ser perseguidos por medio millar de agentes locales que se manifestaban contra la disolución de las Unidades Centrales de Seguridad (UCS) conocidas como antidisturbios. El local está justo al lado de la sidrería asturiana El Ñeru, a la que ambos cargos acuden con regularidad. Según los camareros del establecimiento, "el concejal pasó por aquí delante como de costumbre, pero le seguían muchísimos policías. Luego desapareció y al rato le vimos montarse en un coche oficial con otra persona". Eso fue exactamente lo que hizo el edil alrededor de las once de la mañana cuando salió del edificio Cisneros (cercano al antiguo Ayuntamiento madrileño) en compañía del director de la Policía Municipal. Ambos cruzaron la plaza entre abucheos, pitidos e insultos en busca de su vehículo oficial, que no estaba. De inmediato buscaron refugio y entraron en el mesón Gregorio II, junto a la sidrería.

El personal de El Ñeru está acostumbrado a atender a políticos: "Para mucho por aquí el amigo del 'coleta', Monedero, y también gente del PP y del PSOE. Vamos, que es normal que anden por esta zona y que en un momento dado se escondan en estos locales", explicaron.