Ya sólo un milagro permitiría recuperar el cadáver de Hugo Brandonn Álvarez, el niño de 20 meses arrebatado de los brazos de su abuelo por la violencia de las olas en la playa naviega de Frexulfe el pasado 8 de febrero. Tras 28 días de búsqueda infructuosa, el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) ha decidido suspender el dispositivo. Ya sólo se confía en que el cuerpo pueda ser llevado a la costa por las corrientes. Aunque la búsqueda se haya suspendido, "habrá mil ojos vigilando el mar por si apareciese alguna pista de su paradero", como indicó hace unos días el concejal de seguridad de Navia, Marino Fernández, en referencia a mariscadores, pescadores, incluso los vecinos que recorren la costa.

Los efectivos del SEPA se mantendrán en alerta para retomar las labores en caso de que se detecte alguna pista del niño. Durante los primeros días de búsqueda se instaló un puesto de mando avanzado en la playa naviega, desde donde se coordinaron todos los efectivos de Bomberos, Guardia Civil, Policía Local y Protección Civil, así como los helicópteros de SEPA, la Guardia Civil y el "Helimer", además de la embarcación de Salvamento Marítimo. En las últimas semanas, el operativo estaba formado por tres bomberos del SEPA con base en Valdés, apoyados por agentes de la Guardia Civil que patrullaban la costa.

En los últimos días del operativo, el radio de búsqueda se había ampliado a toda la cornisa cantábrica y a la costa de Francia. Los miembros del operativo resaltaban lo poco propicias que estaban siendo las corrientes. Y es que, a pesar de los temporales de las últimas semanas, apenas se estaba arrastrando material a la costa, lo que podría indicar que el cuerpo de Hugo Brandonn podría haber sido llevado muy lejos de la costa asturiana.

En los últimos días, el padre del niño, Hugo Álvarez, que había regresado a Asturias tras pasar una temporada en Perú, junto a su mujer originaria de ese país, había mostrado su desazón por lo infructuoso del operativo de rescate, que se había reducido al mínimo. Posteriormente, este padre machacado por el dolor y la incertidumbre se disculpó con los integrantes del dispositivo.