La Guardia Civil ha detenido a veinte personas como presuntas integrantes de una red que introducía en España importantes cantidades de droga en helicópteros, pilotados por un preso que aprovechaba los permisos penitenciarios para dirigir la aeronave desde Marruecos a su destino.

Se ha desarticulado en la "operación Griva", desarrollada en Guipúzcoa, Madrid, Málaga, Sevilla y Cádiz. Los arrestados eran de distintas nacionalidades: españoles, marroquíes, rumanos y ecuatorianos. Durante la operación se han llevado a cabo catorce registros: cuatro en Madrid, tres en San Sebastián, dos en Estepona (Málaga), dos en Algeciras (Cádiz) y tres en Los Palacios-Villafranca (Sevilla).