La alcaldesa de Figueres, Marta Felip, mostró ayer la "indignación" de sus habitantes después de que siete personas fallecieran el sábado tras el choque entre un coche con cinco jóvenes franceses cuyo conductor tenía retirado el carné y otro con dos vecinos de la localidad.

Felip encabezó el minuto de silencio que se ha guardado en señal de luto por este siniestro y recordó que las dos víctimas residentes en la capital ampurdanesa iban a trabajar a la frontera con Francia, como hacen muchos otros ciudadanos de esta localidad y de la comarca. Según la alcaldesa, los vecinos de Figueres sienten "que están arriesgando su vida cada día" cuando se dirigen a sus empleos en los establecimientos ubicados en la carretera N-II, en la zona fronteriza de La Jonquera. La investigación apunta a que los ocupantes del turismo que provocó el siniestro, de nacionalidad francesa, estaban vinculados a la venta de drogas. En el coche había 7.000 euros.