La Policía ha desarticulado un grupo familiar que obligaba a mujeres rumanas a ejercer la prostitución en diferentes pisos de Salamanca y ha liberado a tres de ellas. La operación se inició con una denuncia anónima a través de la página web policial y fruto de ella fue detenido el máximo responsable del grupo. Las víctimas eran obligadas a mantener relaciones sexuales con los clientes las veinticuatro horas del día.