La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a trece años de prisión a una mujer por dejar morir su madre diabética y sordomuda, abandonada en una cama tras una operación quirúrgica. El cadáver se halló en extremo estado de abandono. En la sentencia, el magistrado Miguel Ángel Ruiz recoge el agravante de parentesco "por resultar especialmente odioso el vínculo biológico entre la autora de la acción homicida y la víctima". Pese a ello, el juez la absuelve del delito de maltrato habitual en el ámbito familiar, como solicitaba la Fiscalía.

En la sentencia, el magistrado tuvo en cuenta la "absoluta falta de indefensión que tenía la víctima frente a la conducta omisiva de su hija", quien no la privó "de sufrimientos múltiples y prolongados en el tiempo, incluida una larga y dolorosa agonía". Según el informe de la autopsia, la mujer, de 70 años, sufrió varios infartos los días previos a su muerte por los que no recibió asistencia médica, lo que se tradujo en signos de ahogo. El informe recoge que la causa inmediata de la muerte fue una insuficiencia cardiaca, mientras que la razón fundamental fue la desnutrición.

El magistrado considera probado que la condenada era consciente del estado de su madre pese a lo cual no pidió ayuda a los servicios médicos, dejando de asearla y alimentarla "durante varios días hasta su fallecimiento". La sentencia tilda de "conducta verdaderamente cruel y gratuita" la actuación de la mujer que dejó que en el cuerpo de su progenitora se acumularan larvas de diversos tamaños, hongos y gusanos tras mantenerle el mismo pañal durante más de dos meses y no moverla de posición en la cama.