Un vecino de Salt (Girona) ha sido denunciado por un delito contra la seguridad viaria por alcoholemia después de que acudiese a auxiliar a su hija, que había dado positivo en un control, para hacerse cargo del vehículo inmovilizado.

La joven dio en la prueba de alcoholemia tasa de 0,60 miligramos por litro de aire espirado, cuando la tasa máxima es de 0,25. Sus acompañantes también habían bebido, así que se inmovilizó el vehículo.

El padre de la conductora llegó al lugar en una motocicleta y también le hicieron soplar. Dio 0,71, más que ella.