Era una mujer vital y alegre, coqueta y con unas grandes ganas de vivir. La avilesina Mari Flor González González, de 71 años, fue identificada ayer entre los fallecidos por el derrumbe del bloque de apartamentos de Los Cristianos, donde ayer a última hora se recuperó un séptimo cadáveres. El cuerpo de Mari Flor fue uno de los primeros en ser recuperado, el mismo día del derrumbe. Ayer fue identificada por la descripción dada por sus familiares y amigos en el Instituto de Medicina Legal de la capital tinerfeña, a la que se desplazaron el pasado viernes por la mañana sus dos hijas, Silvia y Flor García González, acompañadas de una amiga muy cercana de la familia. "Mantuvimos la esperanza hasta el último momento, pero desgraciadamente se confirmaron las peores noticias", indicó su hija Silvia, aún sin poder asimilar lo ocurrido. "Queremos recordarla como la mujer coqueta y vital que era", añadió su hija.

Vecina del barrio avilesino del Quirinal, concretamente de la calle José Cueto, Mari Flor González era natural del Escamplero (Las Regueras), donde era conocida como Manolita. La mujer, viuda desde hace once años, deja dos hijas y un hijo (Pedro), así como una nieta de once años, todos ellos residentes en Avilés. Comenzó a pasar los inviernos en Tenerife hace ocho años, según explicó su hija Silvia. Este año no había sido menos y se había desplazado a Los Cristianos a finales del mes de octubre. "Ya tenía el billete de regreso para el 2 de junio", aseguró su hija Silvia.

"Al principio iba sola, pero en los últimos años viajaba con unas amigas de Avilés", añadió la mujer. Esta amigas se alojaban en un apartamento distinto al de Mari Flor, y cuando se produjo el mortal derrumbe estaban haciendo deporte. Mari Flor había hecho en Los Cristianos un círculo de amistades entre las personas jubiladas que pasan el invierno en la isla. En el apartamento donde encontró la muerte había estado ya otros años.

"Una amiga de mi madre nos avisó el mismo jueves en que se produjo el derrumbe, a las siete de la tarde. Más tarde, otra amiga nos confirmó que estaba desaparecida. Cogimos el primer vuelo a Tenerife el viernes por la mañana", aseguró Silvia García.

"El Cabildo nos ha tratado de maravilla, facilitándonos alojamiento y el desplazamiento entre el hotel y el lugar del derrumbe. Les estamos muy agradecidos", añadió. También quiso agradecer el gran esfuerzo realizado por los equipos de emergencia, que han estado trabajando tres días, día y noche, y en condiciones muy peligrosas, para dar con los fallecidos en este derrumbe. Silvia García dijo desconocer las noticias que apuntan a que el edificio sufría de graves deficiencias estructurales. Algunos medios han señalado que en el año 2001 se abrió un expediente por estos fallos. Por otro lado, ha trascendido que unas obras que se estaban realizando desde días atrás en la planta baja del edificio carecían de la correspondiente licencia municipal. "No tenemos ni idea. Estos días hemos vividos ajenos a cualquier otra cosa que no fuese la búsqueda de mi madre", reconoció Silvia García.

Hasta ayer por la mañana, la familia de Mari Flor González aún conservaba la esperanza de encontrarla con vida bajo los escombros, o que ni siquiera se encontrase allí. "Supongo que dentro de unos días, se nos vendrá la realidad encima", indicó la hija de la víctima. El Cabildo de Tenerife organizará en breve unos funerales oficiales en la isla. "Nuestra intención es llevarnos a mi madre a Asturias, que es de donde se sentía ella", indicó Silvia García. También en Asturias se celebrará un funeral en recuerdo de la fallecida.