El letrado de Miguel Ángel Flores, principal acusado por la tragedia del Madrid Arena, negó ayer en el juicio que hubiese aglomeraciones en la fiesta, y aseguró que "la visión apocalíptica de todo aquello no existió". Según él, en la pista central había 5.000 personas y no más, y "en la parte de atrás había huecos y se podía pasar". Añadió que la causa de la tragedia fue un corte de sonido, que provocó que "buena parte de las personas fueron a los baños y cuando empezó la actuación del señor Aoki quisieron bajar".