Un hombre de unos treinta años, de origen brasileño, murió degollado en una vivienda del centro Madrid. Los vecinos del inmueble llamaron a los servicios de emergencias alertados por los gritos en el interior del apartamento de la madre de la víctima. Cuando llegaron, encontraron al hombre tendido en el suelo de una habitación sobre un gran charco de sangre, con una herida en el cuello.