Un tiroteo en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) dejó ayer dos muertos, entre ellos el autor de los disparos, que se suicidó. Los hechos ocurrieron en una pequeña oficina de la facultad de ingeniería, donde fue encontrado uno de los cadáveres. Los disparos provocaron una estampida de los estudiantes que huyeron a la carrera del edificio o se atrincheraron en las aulas.

El centro, ubicado en Westwood, quedó cerrado a las diez de la mañana (las seis de la tarde hora española), mientras las autoridades trataban de localizar al sospechoso, que porta una chaqueta negra y pantalones negros. La última matanza en un campus se produjo el 1 octubre del año pasado, cuando un joven, Chris Harper Mercer, mató a nueve personas, hirió a otras tantas y se suicidó.