La Jefatura Superior de Policía de Asturias advierte de la presencia de un hombre y dos mujeres del este de Europa que están llevando a cabo los llamados "hurtos amorosos o cariñosos", del que suelen ser víctimas personas de mediana edad o ancianos. Los autores, con habilidad y exhibiendo una gran locuacidad, logran la confianza de sus víctimas para sustraerles cadenas, relojes o pulseras, sin que la víctima llegue a darse cuenta. Los ladrones agradecen a las víctimas de forma efusiva alguna información sobre una calle, hospital, farmacia..., o tratan de ganarse su confianza resaltando el parecido con un familiar. Luego se empeñan en obsequiar a la víctima, lo que aprovechan para apoderarse de sus cadenas, sortijas o relojes. Los delincuentes son persistentes y rápidos, pero no violentos.