La Policía detuvo en Sevilla a 23 personas acusadas de formar una organización para traficar con droga y les intervino, entre otras sustancias, 167 kilos de cocaína, 30 de hachís y dos de heroína, valoradas en 10 millones de euros y que escondían en sofisticados huecos hechos en diez vehículos. La operación, denominada "Itálica", se ha desarrollado durante un año en varias provincias de España gracias a la información que obtuvieron de un taller ilegal sevillano en el que hacían los compartimentos. Para acceder a los huecos en los que estaba la droga, cuya detección por perros especializados era "complicada", se empleaban medios mecánicos y electrónicos desconocidos. La droga llegaba desde Sudamérica a España en contenedores de una empresa de Castellón, desde donde se distribuía a España y Portugal. El blanqueo de dinero se hacía con empresas hosteleras del Levante y de Palma de Mallorca.