Iba a ser un día feliz, y acabó siéndolo pero con gran susto incluido. Los novios estaban ayer a primera hora de la tarde en la sala de espera de la junta municipal madrileña del barrio de Carabanchel, haciendo turno para su boda civil. Tenían hora para la una y veinte. La novia, de blanco, y ambos rodeados de familiares y amigos.

Pero de repente el novio, de unos 50 años, comenzó a sentirse mal. Serán los nervios, pensaron. Pero los mareos fueron a más y se hizo necesario llamar a una ambulancia del servicio del 112-Protección Civil.

El hombre explicó a los facultativos que era hipertenso. Tras una primera medicación de urgencia, los médicos comprobaron que el estado del novio no mejoraba tras el síncope sufrido, por lo que se decidió su traslado al hospital madrileño Gómez Ulla.

Pero el novio dijo que él quería casarse sí o sí, y la única forma de hacerlo era en la ambulancia. La novia estuvo de acuerdo y se llamó a la concejala de los distritos de Carabanchel y La Latina, Esther Gómez para que oficializara el enlace. El personal sanitario no puso inconveniente y la pareja se dio el sí en el interior del vehículo del SAMU. Él se quedó en la camilla y ella se bajó del vehículo entre gritos de "vivan los novios" y una lluvia de arroz.

La concejala Gómez bajó a la calle acompañada de la secretaria y los documentos para las firmas de los novios. Había casado antes a otras nueve parejas. "Generalmente les leo una poesía, pero en este caso solo me he limitado a leerles los artículos que marca el Código Civil", explicó Gómez, que vivió un hecho inédito.

El hombre fue hospitalizado para una noche de bodas especial, y anoche se recuperaba.