El suyo fue un enlace incendiario. Los invitados a una boda en el municipio alicantino de Redován planearon una sorpresa para la pareja en forma de castillo de fuegos artificiales pero la pirotecnia fue excesiva y los cohetes se descontrolaron en forma de un gigantesco incendio que pudo acabar en tragedia. Los fuegos se colocaron en un solar lleno de maleza y las chispas hicieron prender el matorral provocando grandes llamas. Afortunadamente, la rápida intervención de los bomberos hizo que todo quedara en susto evitando que el fuego se propagara hasta el tendido eléctrico y una gasolinera cercana.